El mismo 7 de diciembre de 2019, apenas finalizada la revancha ante Anthony Joshua en la que perdió los títulos mundiales de peso pesado de la OMB, la FIB y la AMB que le había arrebatado seis meses antes en Estados Unidos, comienza la historia de la increíble transformación física de Andy Ruiz.
Habiendo incurrido en varias distracciones desde que se coronó como el primer campeón mundial de peso pesado de ascendencia mexicana, disfrutando en exceso de los placeres que llegaron de la mano de su coronación, El Rocky Mexicano llegó en muy mala forma física al combate revancha, registrando en la balanza un peso de 310 libras. Y si bien su combate fue más que digno, pues terminó perdiendo en las tarjetas, tuvo la sensación de que podía haber hecho mucho más para cuidar sus cinturones.

Aquella frustración que sintió el Rocky Mexicano lo llevó a tomar la decisión de desvincularse de Manny Robles, entrenador que lo había llevado a ser campeón mundial, a inicios del 2020. Comenzó allí un acercamiento con Eddy Reynoso, para lo que sería decisivo un diálogo que mantuvo previamente con Canelo Álvarez.
“Le mandé un mensaje al Canelo y le dije ‘¿tu crees que me puedes abrir las puertas? Yo quiero cambiar mi vida, quiero ser como usted, entrenar todos los días’. Él me dijo ‘déjame hablar con Eddy para ver si se puede’. Ya para la otra semana me escribió y me dijo que íbamos a tener una junta para la siguiente semana. Me dijo ‘si quieres venir para acá tienes que dar el cien por ciento”, relató.
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