El Instituto Municipal de las Mujeres (IMM) brinda acompañamiento integral a las mujeres que son víctimas de violencia de género a fin de que la atención psico0logica que reciben les permita identificar e interrumpir los ciclos de violencia a través de la desmitificación, la autovalidación de emociones y el reconocimiento de sus derechos.
Adriana Ontiveros López, integrante del equipo de psicología del IMM, mencionó que de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2021), de un total de 50.5 millones de mujeres de 15 años y más, el 70.1% ha experimentado al menos una situación de violencia en su vida, siendo la psicológica la de mayor prevalencia.
Explicó que uno de los efectos de la violencia psicológica es el Síndrome de Indefensión Aprendida, el cual es un mecanismo de defensa que desarrollan las mujeres víctimas de violencia de género en respuesta a la continua exposición a las violencias que se ejercen sobre ellas.
Detalló que las víctimas aprenden a creer que están indefensas y que no tienen control sobre la situación que viven, pues les han hecho creer que cualquier cosa que hagan será insuficiente y, por lo tanto, tienden a adaptarse a las dinámicas de violencia.
La indefensión aprendida se instala y refuerza cuando las mujeres han intentado -sin éxito- salir de la situación de violencia y pedir ayuda una y otra vez, por lo que se sienten anuladas e incapaces para hacer algo. Además influyen otros factores como el chantaje emocional que ejercen los agresores al hacerles creer que la violencia es normal, que están solas y nadie las ayudará, añadió.
Es importante que las mujeres reconozcan e identifiquen la violencia, que dejen de normalizarla y que reciban las herramientas necesarias para retomar sus vidas, su autonomía y sus actividades.
También es indispensable reconciliarse con su historia de vida y generar o fortalecer sus redes de apoyo, comentó.
Al respecto Elvira Urrutia Castro, directora general del IMM, mencionó que salir de una situación de violencia de género no es fácil, pues no todas las mujeres cuentan con las condiciones y herramientas para romper de inmediato el ciclo de violencia.
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